sábado, 6 de mayo de 2017

¡Flores!

 Hay veces en la vida en las que sientes como si hubieras chocado contra un muro y no vieras un camino por el que seguir andando. Quieres dar ánimo, esperanza... pero no te salen las palabras; quieres cantar... pero apenas tienes voz. Es como si quisieras dar de beber, pero tienes la impresión de que tu pozo se ha secado. Estás mirando al cielo, esperando un milagro que arregle la situación, un cambio de viento, un golpe de suerte... como agua de mayo. Hay momentos en que te preguntas: ¿qué puedo hacer yo por otros, cuando creo que estoy más para ser ayudado que para ayudar? Todos tenemos derecho a llorar, a gritar y a desahogarnos... A sentirnos arrasados o incluso un poco abandonados... 



 Canción de " José, Rey de los sueños", cantada por su protagonista cuando está al filo de renunciar a cumplir los suyos

Tarde o temprano, las lágrimas cesarán, el miedo al dolor desaparecerá y entonces, una vez más, amanecerá la esperanza y de pronto, alguien a través de una canción, una poesía o una palabra de aliento nos recordará que el mundo no se acaba, que el fin de una cosa es el principio de otra nueva. Para esos momentos en los que no tienes muchas ganas de pensar, en los que no sabes bien qué decir, atónit@ y perplej@ ante los vaivenes de la vida, que tantas y tantas vueltas da, déjate ayudar, no digas nada... El suelo te sostendrá al andar, el aire sonará en tu voz, el agua correrá por la sangre de tus venas y alguien te cuidará con amor y te recordará que la vida sigue:

"La esperanza es muy bonita,
yo no la quiero perder.
Quisiera ver muchas cosas,
no sé si lo lograré.
Yo quiero ver
a mis (niños) crecer.
La primavera me da vida,
como las plantas 
que resucitan.
Después de la noche
vuelve otra vez el día.
Siempre amanece
y siempre amanecerá.
Yo sueño con alegría
que lo mejor está por llegar
y después de cada caída
el vuelo poder alzar.
Los ríos que estaban secos
ahora vuelven a correr.
La savia del árbol viejo
hoy lo hace florecer.
La vida es un gran milagro
y no lo apreciamos bien.
Nacemos todos los días
con cada nuevo amanecer."

Antonia Flor Callejas





A veces hay que perder para después poder ganar. A veces la sequía sirve para valorar mejor lo que hacemos con nuestra agua, con nuestro tiempo, con nuestro amor y con el cariño de los demás hacia nosotr@s, con nuestras ganas de vivir... La lluvia volverá, las vacas flacas pasarán y al final comprenderás que quizá todo tenga un porqué y un para qué... Gracias a todas esas personas que han sido luces en mi vida, que han creído en mí en todo momento, que me han animado y me han ofrecido un oasis de cariño en medio del desierto. Gracias a todos los que con paciencia han esperado a que yo aprendiera mis lecciones pendientes. Gracias a todos los que me quieren de verdad. No hay gozo más grande en este momento para mí que poder celebrar con ellos todo lo bueno de mi vida. Quiero dedicar esta entrada de blog a los que habéis estado siempre ahí, a las duras y a las maduras. Si digo que he estado solo en mitad de mis sequías sería mentir. Gracias por todas esas pequeñas grandes maravillas que se van forjando en nuestras vidas. Puede que nuestras historias a veces se hayan visto empujadas por la fuerza de mil vientos y hayan estado expuestas a la lluvia de mil lágrimas, pero los tiempos ventosos y lluviosos hacen el presente más florido y hermoso. Que este mes esté adornado de flores de agradecimiento por esos pequeños logros y triunfos; los que dependen de ti, los que dependen de otros, los que valen la pena recordar y los que no hace falta nombrar pero que siempre estarán escritos en el corazón. Por todo esto, ¡nunca dejes de cantarle a la vida! ¡Feliz día...!


Yo quiero vivir...