lunes, 22 de junio de 2020

Si dicen... que digan

-¡Trágame tierra!- es un pensamiento que se nos pasa por la cabeza cuando nos abruma el deseo de apartarnos y de volvernos invisibles... pero, después... Después te acabas hartando de tanto drama y mejor te dices: -Por un oído me entra y por otro me sale, ¿sabes? hoy no tengo ganas de preocuparme por cosas sin sentido... ¿y tú?  ¿Te apetece ser libre y pasar tres kilos del que dirán?  Pues para eso es muy recomendable llenar la mente de mensajes inteligentes y si además de la mente quieres llenar tu corazón, como la música nada mejor...



Hay que reconocer que la primera sensación que nos suele invadir cuando nos sentimos humillados, ridiculizados, despreciados o señalados es la vergüenza y la culpa, aunque a veces también acabamos por pagar con la misma moneda y censurar y culpabilizar a quien nos coloca en el punto de mira y pretende hacernos centro de las críticas. Vamos, que nos entran ganas de lo que comúnmente se viene llamando mandar a alguien a... digamos freír espárragos por esta vez... 🥘


Esos momentos en los que nos dan ganas de decir, como mínimo: "cuidadito conmigo que tú no me conoces bien..." son comprensibles y estamos en nuestro derecho de sentirnos así... igual que los demás están en el suyo de ver las cosas a su modo. Claro que a veces no queda más remedio que pararle los pies a quien cruza los límites... Pero si no es una cuestión de vida o muerte, o ya le diste un toque de atención a quien tú piensas que se lo estaba buscando, ahora relájate y respira, que la vida son dos días y no queremos ser marionetas guiadas por los hilos de los comentarios de los demás. ¿O acaso sí?





Pues la verdad es que un buen síntoma de equilibrio y sensatez es no dejarse impresionar por los aparentes peligros u hostilidades que en ocasiones el entorno pueda brindarnos por el hecho de que queramos pensar o hacer las cosas de un modo diferente. No se trata de considerar que unos son perfectamente buenos y otros son completamente malos. A menudo todo lo que pertenece al mundo real tiene ventajas e inconvenientes, virtudes y defectos; ni todo es  blanco ni todo es negro,  casi siempre hay matices. Y casi siempre puedes elegir no dejarte deslumbrar por aquello o aquellos que se muestran como los más inteligentes, los más justos, los más sabios o poderosos... La felicidad siempre suele estar más dentro que fuera, ¿vas a pedirle permiso al mundo y aguardar para ver si te deja ser feliz?... Antes de aceptar algo como 100% razonable, irrefutable, indiscutible...  pasa la prueba del algodón... 




Tener capacidad de análisis y pensamiento crítico es relativamente más fácil cuando ya has alcanzado cierta edad. La cuestión es que a veces hemos desarrollado hábitos por inercia cuando aún no teníamos edad o información suficiente para desmontar ciertas conjeturas que en ocasiones podían obedecer más a la falta de realismo o al taimado interés del emisor del mensaje que a una decidida y sosegada intención de poner las cosas en su lugar en honor a la verdad. Ningún mortal es verdad absoluta, ni justicia personificada, ni  esencia de palabra divina... Así que si alguna situación te pone en predisposición de sentirte ridículo, avergonzado o incluso temeroso, quizá sea que tienes la expectativa de que vas a sufrir en un determinado ambiente una burla o desprecio que tiene simplemente la importancia que tiene, pero nada más. ¿A qué temer? Ninguna mala cara o gesto de burla puede acabar contigo. Reaccionar por costumbre como un niño fácilmente manipulable no es muy inteligente en un adulto... Date tu tiempo pero sobre todo, date cuenta...





Espero y deseo que dejes tus miedos atrás. Puede que así veas y disfrutes mejor de la realidad, que muchas veces es más bonita y llevadera de lo que pensamos cuando soltamos cadenas innecesarias y caminamos sin bagaje extra e inútil. Cuando la opinión de los demás es valorada por ti precisamente como una opinión entre mil, la vida es "coser y cantar".   Además, no todas las risas son de burla; algunas personas se reirán contigo y tú siempre podrás reírte cuando alguien cuyos miedos le impidan ser libre trate de imponerte su voluntad porque sí. También deseo que me estés leyendo desde unas circunstancias normales de libertad y que ni en tu casa, ni en tu escuela o trabajo ni en tu país tengas que tener miedo ni a lo que dirás ni a lo que dirán porque esto pueda poner en riesgo tu supervivencia. Ojalá siempre puedas decidir conquistar tu libertad para poder seguir cantándole a la vida...





Evaristo ÐGabriel

martes, 28 de abril de 2020

Crónicas de Pandemia II - Recuérdame




-¿De dónde viene usted?- es una pregunta que me han repetido últimamente en varios de los distintos controles que las fuerzas de seguridad han realizado, con mayor frecuencia en festivos y fines de semana,  para tratar de impedir los desplazamientos injustificados en estos tiempos críticos con los que nos ha tocado lidiar.

-Vengo de mi puesto de trabajo... -es mi respuesta mientras muestro la tarjeta que llevo colgada al cuello y un salvoconducto con la autorización pertinente.

Recordar de donde viene uno, en el sentido más profundo de la frase, no es una cuestión baladí ahora que empezamos a tener más datos de aquellas personas que por desgracia se nos están quedando por el camino, en esta lucha contra un enemigo invisible que algunos llaman Covid 19; otros, coronavirus y otros bich@...  aunque también haya quien, simplemente, de cuyo nombre no quiera acordarse, como se dice en una de las más celebres citas del libro  El Quijote de La Mancha, obra tan recordada y recitada en este mes en el que, a pesar de las circunstancias, se ha intentado conmemorar un día del libro que tan especial ha sido, no tanto por las frustradas celebraciones públicas sino por el servicio tan esencial que esta "vieja tecnología" nos ha aportado en estas semanas de confinamiento en las que la cultura ha sido válvula de escape y ventana a la que asomarse a un mundo oprimido por el miedo, la incertidumbre y la amenaza del sufrimiento y de la muerte sobre cada uno de nosotros y también sobre las vidas de nuestros queridos amigos y familiares. En estos días los niños han tenido la oportunidad de pasar más tiempo con sus padres y todos en general hemos valorado ese tiempo como oro en paño, tanto sino lo hemos podido "bien-gastar" al lado de los nuestros, como si por el contrario hemos tenido que permanecer lejos de ellos. En esta extraña primavera que, hasta hace bien poco tiempo, solamente hemos podido contemplar sin mucha calma de camino al trabajo o a la compra, o quizá desde el balcón a las 8 de la tarde para aplaudir a aquellos que ponen en riesgo su salud para proteger la nuestra, los brotes más llamativos han sido nuestros retoños, nosotros hemos tratado de ser las ramas sujetando el nido pero ¿qué hay del tronco en que nacimos, del cuál venimos?


Nuestros mayores pasaron por tiempos difíciles, tratando de reconstruir y de resolver los retos heredados y enfrentándose a transiciones y cambios inesperados que les exigieron estar al pié del cañón desde su infancia y juventud hasta prácticamente nuestros días, desde el principio al servicio de sus padres y hermanos por el bien de su casa, emigrando y haciendo prósperas las grandes ciudades y cuidando de sus mayores, de sus hijos y hasta de sus nietos; toda una vida de entrega que bien merece un homenaje, aunque sus nombres no aparezcan de ordinario en los periódicos o en las enciclopedias. Y aunque con el tiempo ellos puedan olvidar, unas veces con la intención de dejar atrás los peores recuerdos, otras por el inexorable deterioro que conlleva cumplir años, "es de bien nacido ser agradecido", y cuando más nos necesitan es cuando más merecen que les devolvamos el inestimable servicio que a su familia y a su país han venido prestando desde que, antes de tener edad, sus párvulas manos eran capaces de cosechar aceituna, cargar leña, pastorear el ganado, repartir leche, etc..., etc..., etc... 


Y es que detrás de todo ese esfuerzo y dedicación, detrás de esas anécdotas y recuerdos, que quizá hayas podido traer a tu memoria en estos días de encierro con mayor facilidad  mientras disponías de más horas "libres" para cocinar antiguas recetas o  rebuscar entre viejas fotografías, detrás de todo lo vivido seguro que lo que más añoras y recuerdas es el cariño y el amor que estas personas, hoy mayores, han sembrado en tu vida. Seguramente que a parte de pensar en el pasado, también te has planteado como podría ser el futuro de ahora en adelante... ¿qué es lo primero que harás cuando recuperemos el derecho a la libertad de movimiento? ¿qué piensas hacer cuando "todo esto termine"?



Aunque dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, nuestros mayores no vivieron precisamente en un paraíso y nosotros, mientras el mundo sea mundo, probablemente tampoco. Pero con nuestros errores y aciertos, podemos poner en valor lo que es realmente importante y poner cada uno nuestro granito de arena para hacer posible una cambio cuyo efecto sea positivo y duradero en el tiempo. Nunca, nunca debilitar sus ingresos ante la subida de precios, nunca exponerles a tener que elegir entre comer, poner la calefacción o pagar un medicamento, nunca aparcarles en interminables listas de espera de unos servicios socio-sanitarios tocados y en ocasiones casi hundidos, nunca, nunca ceder ante lo que les es debido... La economía es importante, pero tal vez en ocasiones sin darnos mucha cuenta estemos protegiendo, aplaudiendo o consintiendo los discursos, las carreras, las profesiones, las políticas, las pensiones, dietas, subvenciones,  sueldazos, aforamientos...  equivocados.

Ahora que en teoría sabemos quien merece nuestro apoyo y aplauso, ahora es tiempo propicio para recordar a aquellos que llevan en sus sienes plateadas, la corona de la experiencia y del sacrificio hecho por amor para dar vida a un mundo que ellos nos confiaron y del que son y siempre serán parte fundamental. Esas madres, abuel@s, que nos acunaron y nos dedicaron las primeras nanas y canciones, que llenaron nuestros días de juegos, cuentos y adivinanzas, que nos enseñaron a hablar, a vestirnos, a cruzar la calle, a tomar decisiones, a tener principios, a sentirnos protegidos y amados, a recordarnos que siempre tendríamos unos brazos en los que refugiarnos y un hogar al que regresar así nos sintiéramos vencedores o vencidos... Esos seres queridos que tienen reservada una fecha especial en el calendario pero ante los que faltan días suficientes para reconocerles su esfuerzo y su cariño incondicional, esos padres que siempre creyeron en nosotros cuando otros nos intentaban embaucar o desanimar,  esas personas con cuyas vidas se podrían escribir más de siete novelas... ahora necesitan que seamos faro en la tempestad y puerto seguro donde arribar.  Ellos ya cumplieron, ahora nos toca a nosotros... Algún día, ojalá que no muy lejano, nos quitaremos la mascarilla y volveremos a cantarle a la vida. Mientras tanto, que los actos de nuestra vida sean un canto y un homenaje a todo lo bello y bonito de este mundo, a todos los que nos precedieron y por todos los que vendrán.


"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar", escribió Antonio Machado. Yo me atrevo a decirte: "Tu camino a tus pies está, adelante, que siempre amanece y esto también pasará..."


 Hablando de citas célebres, de libros y poesías... ya sabe quien me conoce que hay un cantante que para mí es un poeta y cuyas canciones son bálsamo y medicina para mi alma, en estos días tan complicados, ¿adivinas de quién hablo?. Pues con su música y con algunas frases y títulos de sus canciones, termino la entrada de hoy... Te digan lo que te digan, que nadie calle tu verdad, nunca lo olvides. De pequeño, el mundo me contó muchas mentiras, y medias verdades pero mis mayores me demostraron con más hechos que palabras que su amor era verdad, digno de permanecer en mi memoria, digno de pasar a la historiaDe pequeños eramos fáciles de engañar... Esta vez no se lo pongamos tan fácil a quienes se atrevan a dejar en la estacada a esos luchadores que nunca se olvidaron de nosotr@s y recordemos, recordemos y volvamos a recordar... la respuesta a esta pregunta:

-¿De dónde vienes?  

Y,  siguiendo el ejemplo de nuestros mayores, sabiendo que no está en nuestra sangre el rendirse, no bajemos la guardia y desafiemos firmemente al: 

-¿Dónde vas, que tú no puedes?



Evaristo ÐGabriel








sábado, 14 de marzo de 2020

Crónicas de Pandemia I - Viento de cambio




🍃🌧☔🌈🌞

Cuando pasamos por momentos de dificultad, tendemos a mirar hacia atrás y nos puede dar por hacer balance y etiquetar si estos últimos días son lo peor por lo que hemos pasado o si han supuesto un tiempo para recordar o para olvidar. Para bien o para mal, tengo la impresión de que los últimos acontecimientos dejarán una huella en nuestra memoria y que cada cual sacará sus conclusiones y tal vez alguna lección por aprender o alguna intención que recordar y por la que luchar.  Hablando de momentos y de  fechas, hace relativamente poco se cumplieron 30 años de la caída del muro de Berlín y una canción inspirada en los deseos de paz y reunificación  entre las dos partes de la Alemania y de la Europa Occidental y Oriental  (divididas por las consecuencias de la II Guerra Mundial y de la posterior  "Guerra fría") fue este gran éxito de Scorpions, que traducido al español sería "Viento de cambio" y que me apetece rememorar  en esta situación de crisis mundial  en que nos hallamos, que tal vez sea un punto de inflexión para plantearnos unas cuantas preguntas. Seguro que disfrutas de su inconfundible silbido, melodía y mensaje:



Esta canción surge con el ánimo de derrumbar muros y traer cambios. Aparte de los muros que hoy se levantan en muchas regiones del mundo (Méjico-Estados Unidos, Palestina-Israel, las ciudades españolas de Ceuta y Melillla-Marruecos...) dentro de nosotros también pueden darse una serie de obstáculos al cambio, miedo a darle un nuevo giro a nuestra ruta en la vida,  quizá porque tenemos la impresión  de que la responsabilidad que eso supondría sería demasiado pesada, porque a veces llegamos a la conclusión que es prácticamente imposible transformar lo que nuestras circunstancias han dado forma, porque pensamos que el pasado tiene un peso tan determinante que supone una barrera insalvable, diametralmente opuesta, adversa y contraria a nuestros deseos de avanzar.



Los muros que vamos construyendo, quizá para protegernos o defendernos, pueden a veces volverse en nuestra contra, tanto los físicos como los que están dentro de nosotros. En relación al bloqueo que supone una barrera, aparte de las bromas y vídeos con más o menos gracia que llenan la memoria de tu teléfono móvil y que te hacen plantearte a veces la posibilidad de poner también al what's app en cuarentena... esta última semana se han compartido contenidos muy interesantes, como la reflexión que nos hace ponernos en la piel de aquellos que huyen del hambre y de la guerra, como a nosotros nos gustaría hacerlo ahora de las zonas de contagio de este virus que aún no tiene vacuna y que nos está poniendo a prueba en cuanto a civismo, responsabilidad, solidaridad y saber estar.  ¿¿A que si tuvieras la certeza de que viajando a zonas más cálidas escaparías del peligro del virus, se te pasaría por la cabeza huir hacia el sur, a África, por ejemplo...??  Entre los mensajes compartidos en redes sociales también me ha llegado otra estupenda reflexión, la que constituyen las palabras escritas hace unos 70 años por el escritor británico C.S. Lewis y que dejo a tu alcance para que compares esta pandemia mundial con el surgimiento de la era atómica:


"En cierto sentido nos preocupamos demasiado por la bomba atómica. ¿Cómo vamos a vivir en la era nuclear? Siento la tentación de responder : Pues como habrías hecho en el siglo XVI cuando la peste visitaba Londres casi cada año, o como habrías vivido en la época de los vikingos cuando saqueadores escandinavos te podían degollar cualquier noche; o de hecho, tal y como haces ahora en la era del cáncer, de la sífilis, de los ataques aéreos o de los accidentes ferroviarios o de tráfico. 

En otras palabras, para empezar, no exageremos la novedad de nuestra situación. Créanme, estimadas damas y caballeros, ustedes y todos aquellos a quienes aman ya fueron sentenciados a muerte antes de la invención de la bomba atómica: y un porcentaje significativamente alto de nosotros moriremos de un modo poco agradable. Es verdad que tenemos una gran ventaja respecto a nuestros ancestros, la anestesia, pero seguimos sujetos a lo anterior. Es completamente ridículo lamentarse y dibujar caras largas porque los científicos hayan añadido una más a las posibilidades para una muerte dolorosa y prematura en un mundo que ya nos ofrecía suficientes problemas similares y en el que la muerte misma no es una posibilidad, sino una certeza.

Este es el primer punto a tener en cuenta: y la primera resolución que debemos tomar es mantenernos unidos. Si todos vamos a ser arrasados por una bomba atómica, que sea realizando acciones humanas dignas de nuestra condición: rezar, trabajar, leer, escuchar música, bañar a los niños, jugar al tenis, conversar con amigos en torno a una pinta y un juego de dardos, y no arrinconados como ovejas asustadas y hablando de bombas. Puede que ataquen nuestros cuerpos (un microbio puede hacerlo) pero no dejemos que dominen nuestras almas."

-On Living in an Atomic Age (1948)






Aceptando que la muerte es parte de la vida, aún así aprovecho para dar las gracias a todos los que respetan la distancia de seguridad, a los que se limpian con pañuelos desechables y no se tocan la nariz... (al menos sin dejar de limpiarse las manos inmediatamente después)  gracias a los que hacen esto también en las filas de los mercados donde cogen lo imprescindible y dejan , por ejemplo, papel higiénico para los demás, a los que se van a casa pronto y no se quedan  en el parque, en la terraza del bar o haciendo corrillos... etc... No es que me quiera meter en la vida de nadie y lo voy a intentar decir sin acritud y con cariño, pero la gente que se cree que está de vacaciones, esas personas jóvenes y no tan jóvenes que se permiten salir de juerga e incluso compartir cigarrillo o litrona de boca a boca, solo les puedo decir que si estuvieran en mi pueblo ya les habrían dicho con mucha razón: Ricos míos... ¡¡CADA MOCHUELO A SU OLIVO!! Y por favor, que corra el aire...





¿Y qué decir de lo que no es solamente individual? ¿No es una pena que este virus haya llegado tan lejos y nos haya pillado con una sanidad que hoy día cuenta con unos recursos personales, técnicos, materiales y económicos más que "justitos"? ¿Alguien piensa que hemos mejorado en materia sanitaria y hospitalaria en estos diez últimos años? La persona está, "teóricamente" por delante del dinero, de los negocios, de la robótica, etc... Aunque que, claro está,  habiendo máquinas para casi todo, parece que las personas de hoy somos como los asnos del pasado, sustituidos por tractores y ahora en peligro de extinción. Y hablando de máquinas y personas, una pena que se puedan producir colapsos o momentos de decisiones difíciles en los hospitales por falta de respiradores suficientes y/o en buen estado y por falta de suficiente personal médico... Y esto no es de ahora... Pero si los médicos que no dan abasto están además en peligro de contagio, ¿quién se va a ocupar de los infartos, accidentes de tráfico, operaciones urgentes, cánceres, etc...?



Hay quien dice que macrocosmos es igual a microcosmos... Quizá una cambio en nuestro mundo interior,  dentro de todos y cada uno de nosotros, acabe provocando una reacción palpable en el mundo exterior que nos rodea, en el que viven nuestros mayores que tanto han peleado por nosotros y en el que vivirán nuestros pequeños. Aunque las dificultades y peligros amenazan con inundarnos de desánimo y de inquietud, sigue habiendo quien tiene ganas de salir adelante, ganas de luchar por un mundo en el que el ser humano sea realmente lo primero y en el que haya buenos investigadores, buenos médicos y mejores gobernantes que sepan dar el apoyo necesario a los profesionales de un ámbito como el de la sanidad, que nunca debería haberse recortado... El miedo es comprensible, pero vale la pena luchar por todas las personas a las que queremos para que este mundo sea  definitivamente más humano. ¿Te vas a rendir? Bajo ningún concepto es lícito desertar de proteger a aquellos a los que amamos; por lo que a ti respecta, ¿qué piensas hacer...?



Espero que seas consciente de todo lo que puedes hacer para cuidarte y cuidar de los demás: ya sabes, higiene, sobre todo en manos y cara y por tanto prescindir de maquillaje o accesorios como pendientes, anillos o cadenas, desinfectar superficies (eso incluye los teléfonos que tanto tocamos...), evitar aglomeraciones, respetar distancias, reforzar las defensas de tu organismo... y todo lo que sea de sentido común. Ante situaciones complicadas, si unimos esfuerzos, cada uno con su granito de arena puede hacer una montaña. De nosotros depende en parte que esta crisis se maneje y se solucione antes. Si elegimos hacer las cosas  bien, seguro que viviremos mejor.


Cambiar no es fácil y la inercia del hábito y las falsas creencias no facilitan los cambios que podrían suponer una liberación, no exenta de obstáculos y algunos peligros. La memoria y el hábito juegan un papel importante, pero la reflexión puede ayudar a abrir los ojos. Te recomiendo uno de los cuentos que Jorge Bucay ofrece en su libro "Déjame que te cuente", que habla sobre un elefante que no intenta escapar de sus ataduras en un circo, ante el asombro de un niño que pregunta por qué un ser tan fuerte no se libera de la cuerda que amarra su pata a una estaca de madera, a lo que le responden que ha aprendido que no es posible hacerlo desde que era pequeño, cuando le domesticaron a base de ponerle un peso mayor del que podía desafiar entonces y que ya ni se plantea intentar desatarse porque cree que la conclusión a la que llegó siendo pequeño sigue siendo real en la actualidad...  Pero cuando se cae la venda de los ojos, ya no se pueden ver las cosas de la misma manera...



Aún así, y sintiendo mucho mucho que estemos pasando por estos tiempos inciertos, espero que seamos capaces de ver las cosas buenas que todavía tenemos en nuestras vidas, que algún día cantaremos y celebraremos poder disfrutar de la libertad de movimiento y de reunión con nuestros seres queridos a los que echamos de menos ahora. También podemos estar agradecidos por los profesionales de tantos ámbitos que se mantienen heroicamente al pié del cañón, que no nos abandonan, que usan su conocimiento y experiencia para aliviar con su dedicación y trabajo nuestro miedo y enfermedad y que nos dan lecciones de vida que nos enseñan a cuidarnos, y a levantarnos y a sentirnos un poco más acompañados y seguros.

👏👏👏

Gracias a los médicos, enfermeros, auxiliares, dependientes de las tiendas de productos de alimentación, farmacia y otros bienes de primera necesidad, a los limpiadores, a los cuerpos y fuerzas de seguridad, a los carteros, a los  centros de acogida y servicios sociales que no pueden cerrar porque se encargan de personas que ya no tienen más lugar a dónde ir... Y también gracias a los músicos que, a pesar del desánimo por la cancelación de sus conciertos y que tienen que ensayar en solitario... comparten su música para inspirar con mensajes como el de esta canción que te dedico para que recobremos el ánimo, con la esperanza de que salgamos de esta situación unidos con todo el apoyo de los que hacen posible que siga habiendo una luz al final del túnel en estos tiempos críticos. Los teatros y las salas están cerrados pero la música nos puede acompañar y unir nuestros corazones hasta que podamos darnos un abrazo otra vez. Deseando que este día llegue pronto, un saludo en la distancia con todo mi cariño a través de este himno interpretado por Miguel Ríos.





Aunque a veces no te salga la voz, esto pasará también... cambia la actitud si es preciso, mantén la esperanza y ¡nunca dejes de cantarle a la vida!


Evaristo ÐGabriel

domingo, 2 de febrero de 2020

Un poco más de luz ...

⭐🌠🕯🕯🕯🌠🌛

¡Hola! ¿Cómo estáis? Aunque últimamente ando un poco ajetreado, no me había olvidado de todos los que dedicáis unos segundos de vuestro precioso tiempo a pensar, a escuchar y sobre todo a sentir conmigo cómo la música puede despertar en nosotros la fuerza que a veces parece quedar congelada entre algunas capas de prisa, estrés o rutina. Sé que el tiempo es oro y no os voy a a entretener mucho. Solamente quería saludaros y desearos un buen día, lleno de la luz que todos podemos encontrar en nuestro interior, esa luz que brilla en los momentos de alegría y diversión; también esa luz que busca más iluminar que brillar, cuando vivimos en medio de luchas, conflictos o dificultades.


Poco a poco, los días van ganando horas de luz; da la sensación de que las horas dan un poco más de sí y nos animamos a hacer más cosas, sobre todo si estas actividades son fuera de casa. La luz crea un ambiente más alegre aunque a veces también hay nubarrones que hacen más difícil percibir los primeros y los últimos rayos de sol. A veces nosotros también parecemos llevar en nuestro interior algo así como nuestro propio clima o estación del año, nuestras luces y sombras, subidas y bajadas de ánimo que pueden influir y afectar en nuestros quehaceres y desempeños cotidianos. ¿Cómo ajustar nuestra luz interior para no ser como una vela que se apaga a merced de los cambios de viento o un globo de emociones que se infla y se deshincha según la variabilidad de los acontecimientos?

Todo el mundo requiere de un poco de inspiración para mantenerse a flote, con estabilidad en medio de los periodos de calma y tempestad,  de triunfo, rutina o fracaso que se pueden dar en la trayectoria de cualquiera. En esos momentos, solemos recurrir a algo o alguien que nos aporte seguridad y que sea refugio y remanso de paz. En esos momentos, ¿a dónde o a quién miras tú?


Pasar por momentos "nublados" no tiene porqué sorprendernos. Es parte de una vida normal. El mundo en el que nacimos no era ni es perfecto, ni nosotros ni nuestra forma de hacer las cosas tampoco y no parece probable que eso pueda cambiar; está en nuestra naturaleza equivocarnos o hacer las cosas razonablemente bien, pero nunca perfectamente. ¿Quién no ha perdido alguna vez a algún juego o en algún deporte? ¿O ha sacado peor nota que otras veces? ¿O no ha sido elegido para formar parte del equipo deseado para jugar o para trabajar? ¿Quién no se ha sentido un poco solo u olvidado alguna vez? ¿Quién no ha tenido miedo alguna vez a la precariedad, a la indefensión, a la enfermedad, a la traición, a los fantasmas del pasado,  a los malos tiempos, a la oscuridad, exterior o interior ?




Querer triunfar  es normal. A todo el mundo nos gusta que nos salgan bien las cosas, pero convertir un deseo o una preferencia en exigencia o en ley no nos lleva a ningún sitio ni a ninguna situación que valga la pena vivir. Nuestra historia está hecha de piezas que vamos encajando poco a poco, a veces sin la suficiente firmeza y en ocasiones esas piezas se parecen más a un jarrón roto remendado que a un puzzle o rompecabezas bien organizado. Tenemos cicatrices, no siempre cumplimos nuestros objetivos, ni somos los mejores (aunque esa posición siempre sería pasajera...) y sentimos miedo al fracaso cada vez que nos retamos a dar un paso más. No por eso hay que rendirse, es bueno tener cierta disciplina, pero también paciencia, constancia y confianza en que muchas veces todo pasa cuando tiene que pasar y siempre por una buena razón, pues lo pensemos o no, todo tiene su lado bueno, dentro del supuesto azar, casualidad, suerte, providencia del destino o plan que parece guiar el curso de nuestras vidas...



Bonnie Tyler, cuya  inconfundible voz rasgada es producto de una operación para extirparle unos nódulos de sus cuerdas vocales, confesó haber superado su timidez gracias a esta canción, TOTAL ECLIPSE OF THE HEART.



No hay porqué convertir un deseo frustrado en depresión o culpabilidad hacia nadie. En el el escenario de la vida, a veces nos toca cantar melodías agridulces que tratan de convertir en belleza y amor momentos de dificultad, injusticia y opresión.


La poesía y la música, hermanadas una vez más en esta dulce-triste canción de cuna.


También hay momentos en los que tienes ante ti un repertorio de canciones alegres y llenas de energía cuando acaban de ocurrir hechos trágicos y la tristeza interior y exterior te ponen al límite de tus fuerzas y no sabes cómo arrojar un poco de luz en estos momentos en el que el desánimo amenaza con nublar un ambiente que se presuponía festivo y que no queda más remedio que convertir en homenaje y reconocimiento al lado bueno de las cosas ya pasadas o de las personas ahora ausentes...



Para todos aquellos a los que este momento del mes se os pueda estar haciendo un poco cuesta arriba, para los que pasáis un momento especial por vuestra tarea, situación o la de algún ser querido, os deseo toda la luz del amor que sigue creciendo a pesar de todo en este complejo mundo. Que brilléis y sobre todo que iluminéis, como cuando brilla el sol o las estrellas, para proteger y darle vida a este mundo.




Brilla e ilumina con la luz de tu corazón, esta es gratis...


No temas a brillar, porque la luz está para iluminar, no para apagarse ni esconderse por miedo. Además no siempre depende todo de ti, puedes elegir dejarte acompañar y enseñar y dejar pasar la luz que otros te ofrecen para que esta se refleje en momentos obscuros, como hace la luna al reflejar la luz del sol aunque sea de noche, o como las lejanas estrellas que forman caminos de luz en el firmamento y dibujan constelaciones, uniendo sus luces en la distancia. ¡¡No estás sol@!!  Y recuerda que siempre hay un buen motivo por el que seguir sintiendo, agradeciendo y caminando en esta vida, que no transcurre sin alguna crisis, renuncia o pérdida, pero que también nos deja siempre algo a cambio.  ¡Nunca dejes de cantarle a la vida!





Evaristo ÐGabriel

domingo, 5 de enero de 2020

Siguiendo la estrella ...

¡Hola, amig@! ¿Cómo estás? Si has llegado hasta aquí seguramente es que al menos por un segundo sentiste la suficiente curiosidad o un mínimo de confianza en lo que te ofrezco. Gracias porque juntos hemos llegado hasta este año tan especial, un año para el que nació este blog, mi canal de youtube, o mi página de Facebook Música Evaristo DGabriel o mi perfil de twitter🌟⭐⭐⭐🌟 ¿Que aún no me conoces? Por si fuera el caso, te diré que mi vida comenzó hace unos ...taitantos años😅 en una familia manchega amante de la música y desde entonces, es un camino que afortunadamente no he dejado de andar en ningún momento ni en ningún lugar... Para mí, la vida de cada día es un regalo que tenemos que disfrutar y proteger con todas nuestras fuerzas.

Y... ¿para qué te cuento esto? Pues porque quiero que sepas que estoy aquí para cantarle a la vida, para ayudarte a expresar lo que sientes y puedas poner palabras a tu amor y a tu desamor, para que te desahogues pero no te ahogues en tus penas y para que nunca te quede un mal sabor de boca, por muy amargos que a veces hayan podido ser los sinsabores de tu historia. Compongo las letras de mis canciones pensando en momentos de mi propia vida o en los de amigos y familiares que en algún momento me han inspirado por sus vivencias.



Para mí este año va a ser muy especial porque por fin estoy a punto de cumplir uno de los sueños que me había marcado, que es el de mostrar al público la letra y la música de mis canciones. ¿Sabes? para mí el arte en general y la música en particular poseen una magia que te hace disfrutar y gozar intensamente en los días de alegría y convertir en belleza incluso momentos complicados, como las bellas formas que el viento de tormenta modela en las dunas del desierto o las caprichosas estatuas que el oleaje del impetuoso mar forma en las rocas...



Ya llevo un tiempo con muchas ganas de materializar y hacer realidad este anhelo. Y es que cuando a finales de 2016 me empecé a tomar un poco más en serio lo de dar a conocer mi voz y mis canciones comenzó también un camino lleno de experiencias y de momentos por los que me siento agradecido y afortunado, pues poder cantar, emocionarse y expresarse ya es un premio en sí mismo, aunque a veces sientas que el tiempo pasa, que te presentas a una audición más y que parece que nunca llega ese momento idóneo y esperado para tener la oportunidad de que una gran audiencia pueda escuchar tu voz. Y así, va pasando el tiempo y un año más, me vuelven a dar las uvas 🍇y yo sin dar a conocer lo que llevo dentro como a mí me gustaría 😕...



Pues sí... pasa el tiempo, año tras año y, como decía antes, el momento perfecto nunca llega... pero, ¿cuándo es el momento perfecto para hacer algo? El momento perfecto para hacer cualquier cosa nunca llega, porque  simplemente no existe... Si esperas a que todo se conjure a tu favor para lanzarte a hacer algo, te pasarás la vida esperando. Yo llevo un tiempo dándole vueltas a un proyecto que he querido titular "La Voz de mi Corazón", nombre de una de las varias canciones que me he propuesto dar a conocer en esta etapa y que surgió en un momento en el que el camino de la vida se presentaba frente a mí con muchas incógnitas que resolver. "La Voz de mi Corazón" es mi punto de partida, mi trayecto y mi esperanza de ir hacia adelante. Esta canción, como la gran mayoría de este disco, contiene un mensaje positivo que anima, que pretende llenar el mundo de vida nueva y que conecta mi alma con mi mente, mis sueños y mis añoranzas.  Este proyecto está compuesto desde la convicción, por propia experiencia, de que la música es capaz de despertar la energía que hay en tu interior y de ayudarte a desahogarte, a recuperarte, a festejar y a vivir más intensamente. Así trato de explicarlo en general, a través de mis redes sociales y ahora también en la letra de la canción "VAS A LEVANTARTE":




"Cuando alguna vez te preguntas "cómo cambiar mi vida" creo que la música, la palabra que se cree y se vive con el corazón tiene un poder inmenso para llenarte de energía, ánimo y fuerza para cumplir tus sueños.



Nunca dejes que nada ni nadie te desanime. Llénate de la verdad que hay dentro de ti, escucha la voz de tu corazón, deja que te hable y regresa a tu inocencia. Que la música sea tu compañera en el viaje. Espero que las reflexiones de esta página te inspiren y llenen de momentos agradables los momentos que vives, con el mismo efecto positivo que la palabra y la música, mía o de otros artistas, tiene sobre mí mismo.


Y es que... ¿has pensado alguna vez en cómo serían nuestras vidas si la música no existiera? La música está en todas partes; el canto de los pájaros, el susurro del viento entre los árboles, el baile de las olas en la playa... las nanas, los anuncios, la que llevamos en el coche, cuando hacemos ejercicio o celebramos una fiesta. Todo ello es un reflejo de nuestra cultura y forma parte de quienes somos. De hecho, no debemos olvidar que fue el modo en que el conocimiento de las noticias y los hechos históricos se difundía en el pasado, aprovechando que la rima ayuda a recordar mejor las palabras, ¿no es cierto?


El gran papel que la música juega en nuestras vidas se basa en las emociones. Según esto, lo que nos es más útil es escuchar las canciones más apropiadas de acuerdo a la situación. Desde mi punto de vista, podemos usar canciones tristes o negativas para desahogar nuestro corazón, pero una vez hecho esto, lo mejor sería aliviar nuestro espíritu cambiando a otro tipo de música que contenga el sentimiento opuesto al, digamos, "mal humor".




Otro modo de terapia podría ser dedicar una melodía a tus emociones negativas imaginando que estas están dentro de un globo, sobre el que puedes dibujar una cara y al que puedes poner un nombre. Entonces, interpreta la canción, compuesta por ti si lo prefieres y...¡di adiós a los sentimientos que te perjudican antes de pinchar el globo!



Lo más importante para mí es que la música puede emplearse como una herramienta para mejorar el bienestar de cualquier persona, incluso personas con necesidades especiales, a las que les ayuda a disfrutar de un mayor desarrollo emocional, habilidades motoras, reducción de la ansiedad e hiperactividad y de un aumento de la atención y de la comunicación.

Como ya he dicho otras veces, la música es la banda sonora de nuestras vidas y uno de los lenguajes más antiguos y universales, pues es el idioma del corazón...


Así que ya sabes, si quieres liberarte del estrés y de las emociones negativas, curar las heridas del alma y llenarte de poesía y romanticismo, nada mejor que la música para cambiar de humor, purificar tu mente y cargarte de energía. Ojalá que encuentres canciones que sean medicina para tu corazón, inspiración para cumplir tus sueños y llave de tus mejores emociones, pues...




¡Siempre hay algo por lo que cantar a la vida!


¡Ah, por cierto! ¿Quieres saber un poco más de mis últimos proyectos? Te recuerdo que pronto dejaré disponibles varios de mis temas. Me gustaría saber tu opinión, qué te sugieren estos títulos y si tienes alguna preferencia por conocer alguno antes que otro. En la medida de lo posible, trataré de ir creando vídeos para colgarlos en Youtube y puedas disfrutarlos. Estos son los nombres de las canciones compuestas por mí que quiero dar a conocer en este 2020:

-Vas a levantarte  (ideal para animarse o animar a alguien que lo necesite)

-Caminando por el mundo  (para cobrar coraje y avanzar...)

-Perdón  (apropiada para pedir disculpas)

-No calles mi voz  (para volver a creer en el amor)

-Cuanto te amo  (para expresar un amor valiente, alegre y lleno de fuerza)

-No te detengas (para afrontar el desamor)

-Sí que se puede (para ilusionar a ese niño que llevamos dentro a superar barreras)

-Triste son  (idónea para decir "no" a la tristeza)

-Esta es la vida  (para aceptar y para luchar...)

-Yo quisiera  (para volver a abrir el corazón)

-Flor de Cádiz  (estupenda para animar a todo el deja atrás su tierra)

-Santera  (para vivir el presente)

-Oración  (para expresar el duelo)

-La voz de mi corazón  (para ponerse en marcha de nuevo...)

      

Como te dije antes, llevo tiempo intentando darme a conocer, participando de pruebas y castings para intentar llegar al gran público. A pesar de los obstáculos, contrariedades y puertas que a veces se cierran mientras otras ventanas se abren, yo sigo creyendo que tengo mucho que ofrecer y también mucho que seguir aprendiendo...  Gracias por creer en mí, por darme tu apoyo tomándote tiempo para buscarme en youtube, escucharme y suscribirte a mi canal... Aquí te dejo un poco de información para que sepas que estoy aquí para ayudarte a sentir la vida. Y si te apetece saber un poco más de lo que llevo dentro, échale un vistazo a mis redes sociales, donde podrás saber lo que la música significa para mí, además de otros proyectos y curiosidades. Pincha en:

Evaristo (youtube)
@EvaristoDGabriel
@DGabrielBF


Muchísimas gracias por estar ahí. Aprovecho ahora, como aún no ha terminado la Navidad, para desearte felices fiestas, que los Reyes te dejen un año digno de ser vivido, pues uno de los mayores regalos que podemos hacernos es aquello que elegimos hacer con el tiempo de nuestra vida. Ojalá que estés disfrutando de esta navidad y comienzo de año 2020. En caso de no que hubieras empezado con buen pié, estuvieras pasando por una montaña rusa con altos y bajos o incluso por un túnel de oscuridad, te deseo sobre todo serenidad y que no te sientas sol@.

Unido a ti por la música, aún estoy a tiempo de dedicarte esta canción. Un abrazo y que encuentres siempre una melodía con la que seguir ¡¡¡¡cantándole a la vida 😙🤗!!!





Evaristo ÐGabriel