martes, 11 de octubre de 2016

¿Puede una canción cambiar el mundo?

 

 ¿Puede una canción cambiar el mundo?... Muchos nos preguntamos hace años, como Eros Ramazzotti, si bastarían un par de canciones para hacer de este mundo un lugar más feliz. No son pocos los proyectos que nos llegan hoy en día a través de las noticias de personas que tratan de aportar su granito de arena para levantar el ánimo, el nivel social, cultural y económico de áreas de población deprimida en diferentes partes del mundo.

 



 Sin música, que es la poesía de la vida, ¿podría existir desarrollo real? Tanto a nivel personal, como incluso a nivel de un país, yo creo que con un himno se puede encender la chispa que haga despertar a toda una generación considerada perdida o desunida. ¿No hay acaso una relación entre la llegada del Renacimiento y el fin de la Edad Oscura o Edad Media para pasar a la Edad Moderna? Previo al gran desarrollo científico que se da en Europa a partir del siglo XVI, apoyados por mecenas, los artistas pintan, esculpen, escriben, construyen y demuestran cómo el dejar libre la creatividad y el arte en el espíritu humano fomenta el desarrollo del resto de disciplinas. A nivel más actual y más personal, existen proyectos musicales orientados hacia el desarrollo comunitario o hacia el ámbito académico en la escuela basados en el bien que la música nos hace a todos, especialmente a nuestros niños. Ejemplos como "El sistema" del profesor José Antonio Abreu, venezolano ganador, entre otros reconocimientos, de un Grammy, un Príncipe de Asturias y el Erasmus 2010, o el proyecto LOVA, de Mary Ruth Mc Ginn nos ayudan a comprender y a no despreciar el poder de cambio que la música puede tener en nuestras vidas.




 Ambos proyectos nos hablan de cambiar el mundo, dejando el protagonismo a los alumnos en el caso del proyecto LOVA, que les ayuda a volverse creadores autónomos que aprenden a confiar en sus capacidades. En el "sistema", en palabras del propio profesor Abreu, " La música es un instrumento irremplazable para unir a las personas" ¿No es así para ti? Creo que para mí, la distancia más corta entre dos corazones es el amor que compartimos cuando le dedicamos una canción a otra persona. Es el mejor y más sentido homenaje, lo más sincero, lo que llega más adentro, más que simplemente hablar, cantar con el corazón en la mano te hace saber quién eres, qué sientes y algo muy importante, te ayuda además a salir de ti mismo y pellizcar el alma de que quien esté dispuesto a escucharte con su corazón abierto.


 ¿Te atreves a cambiar el mundo con una canción? Espero poder escribir a tu lado las letras de muchas canciones con un final feliz para nosotros. Con todo mi cariño, te deseo que tengas un día estupendo lleno de música, emoción y energía. ¡Nunca dejes de cantarle a la vida!


 Te recomiendo... ¡Si bastasen un par de canciones...!






Evaristo ÐGabriel

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