lunes, 4 de noviembre de 2019

Abre los ojos


Érase una vez... era la forma tradicional en que muchos cuentos e historias comenzaban. Hoy día, hay  personas que aprovechan sus ratos libres, en el tren o autobús por ejemplo, para leer y sobre todo para ver estas historias a través de series que se muestran en internet  y a las que pueden acceder en cualquier momento a través de su teléfono móvil. Nos gusta entretenernos con intrigas y tramas, basadas en hechos reales o imaginarios, pero al fin y al cabo, historias de otros. A veces nos identificamos con algunos personajes o nos gustaría poder vivir en carne propia las emociones de determinados capítulos... ¿Y qué hay de tu propia historia? Si pudieras rebobinar y volver atrás, ¿qué actos o decisiones te gustaría haber tomado? Y si es cierto que el pasado no se puede cambiar, ¿qué es lo deseable hacer a partir de ahora por parte del protagonista de tu vida, que eres no otr@ que tú ?


En el mundo real, el guión de tu vida al principio lo escriben otros, luego se supone que tú agarras el lápiz pero siempre en el marco o papel que te entregan unas determinadas circunstancias. Cuando te decides y ya estás escribiendo tú, al principio lo haces con el vocabulario y las palabras que has ido escuchando y estos mensajes con los que el entorno a veces nos bombardea pueden ser precisos o deformados y conviene cribar y filtrar para evitar que la inercia nos empuje hacia donde no queremos. Si estamos de acuerdo en que la verdad nos hace libres y en que el conocimiento es poder... más tarde o más temprano, en algún momento de soledad, más o menos buscada, tendremos que reflexionar sobre cuáles son las palabras con las que creamos o destruimos nuestro pequeño mundo interior, con las que limpiamos o empañamos nuestra visión de nosotros mismos, que es la lente con la que vamos a ver la realidad que nos rodea. Hay muchos que piensan que lo primero es la emoción, que el sentimiento es algo instantáneo, pero las emociones son un componente más de la actitud y esta se basa en la forma de interpretar las cosas, lo que quiere decir que primero interpretamos y a raíz de lo que pensemos nos sentimos de una forma o de otra. De este modo, a veces, con ocasión de determinados pero no determinantes acontecimientos, se nos cuelan miedos, iras, traumas... que si se convierten en hábitos pueden  dar lugar a actitudes negativas estables que nos cieguen a la hora de percibir los finos detalles que forman parte del día a día. En nuestra vida cotidiana, a todos nos acompañan luces y sombras, virtudes y defectos, aciertos y errores, ángeles y demonios...


Estamos de acuerdo en que el lenguaje interior afecta muy mucho a como nos sentimos. ¿Crees que no? Nos pasamos prácticamente todo el día hablando con nosotros mismos. A veces nos resulta extraño ver a personas hablando solas por la calle ( hubo una temporada en que a mí me llamaba mucho la atención ver muchos casos a diario hasta que me enteré de que habían inventado el manos libres 😅) pero todos nos lanzamos mensajes a nosotros mismos constantemente, aunque no necesariamente en voz alta. Prueba a observar tu lenguaje interior mientras das un paseo, por ejemplo, y se te pasan por la cabeza frases como: -"¡Qué tarde es!" -"¿A dónde va ese ser 🚦🔴🚙🤦?" -"¿Dónde habré aparcado😅? -"¿Qué bien huele🌹?" -"¡Cuánta gente!"- "... es un pino resinero🌲...", etc... En fin cada loco con su tema, el hecho es que todos tenemos tema para rato y a veces el lenguaje y las palabras poco acertadas pueden lavarnos el cerebro de tal forma que pueden llegar a bloquearnos, anularnos y hasta maltratarnos psicológicamente cuando damos la razón a mensajes tóxicos y nosotros mismos nos convertimos en propagandistas repetidores de una programación que puede hacernos perder el sentido común y llevarnos a exageraciones o ideas neuróticas que nos aislan en un mundo de sentimientos negativos del que algunas personas no encuentran fácilmente la forma de salir. ¿Te has sentido alguna vez así? ¿Conoces a alguien que pueda estar atravesando una "mala racha"? Que importante es en esos momentos saber escuchar, ponerse en la piel del otro, y en el mejor de los casos poder canalizar el descontento, asumiéndolo pero reconduciéndolo sensatamente hacia una postura más serena que permita dejar de perder tiempo y energía y que ayude a conseguir una reacción adecuada para salir del bache. Que importante es no sentirse desvalid@, ni mucho menos sol@.



El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo, aceptándolo al menos temporalmente desde la convicción de que pase lo que pase siempre somos personas cuya dignidad no se ve alterada al margen de nuestros actos, nuestras decisiones o de nuestra aparente buena o mala "suerte". Existen algunos libros que pueden ayudar a reestructurar los pensamientos, atacando las ideas que deforman la realidad para usar en su lugar frases más sensatas. Por ejemplo, ante la creencia errónea de que necesitamos la estima de una persona determinada podemos ponderar si necesidad no es algo sin lo que no puedes sobrevivir, en tal caso se puede seguir viviendo aunque no le caigas bien a todo el mundo.  Ante algo que nos parece insoportable podríamos darnos cuenta de que a lo mejor llevamos tiempo soportándolo sin que nos hayamos desintegrado, que hay cosas que no son desastres ni catástrofes, solo momentos desagradables que pasarán... El lenguaje puede ser perverso y afecta sobre nuestras emociones. Por eso es importante, de vez en cuando, hacer un viaje hacia el interior y meditar para elegir bien lo que pensamos, ya que esto influye en cómo nos sentimos y cómo actuamos. La princesa que creía en los cuentos de hadas, escrito por Marcia Grad es un libro entrañable que habla del proceso de una joven que pone todas sus esperanzas de felicidad en una relación de matrimonio que al final no acaba siendo lo que ella había soñado. A través de sus páginas  podrás ver a la protagonista alcanzando la forma de gestionar sus emociones, tomar decisiones y buscar la verdad a través de la niebla de la ilusión en busca de lo que realmente es ... En este sentido otro libro muy recomendable y ameno es El caballero de la armadura oxidada, de Robert Fisher, que, a través de las peripecias de un caballero guiado por el mago Merlín, nos habla de cómo nos vamos alejando de una correcta percepción de la realidad y de la felicidad que llevamos dentro cuando enmascaramos a nuestro yo verdadero y por miedo nos protegemos tanto que terminamos por olvidar quiénes somos en realidad. Existen libros más específicos de otros autores como el psicólogo Lucien Auger, bastante preciso y metódico a la hora de confrontar ideas neuróticas y por supuesto está la música, una de las mejores terapias para volver a abrir los ojos...



Algunos pensaréis que las emociones pueden llegar a sobrepasarnos y que no es una simple cuestión de pensamiento. Es cierto que el hábito es poderoso, aunque no inamovible. Hay personas a nuestro alrededor que sufren miedos o fobias que amenazan con paralizar sus vidas apareciendo casi "automáticamente" porque se han convertido en respuestas condicionadas por un estímulo que les recuerda a algo ante lo que en un momento pasado decidieron, conscientemente o no, reaccionar de una forma que no tuvo porque ser la más adecuada. Algo así como el conocido experimento conductista en el que el perro babea cuando escucha la campanilla aunque no vea la comida porque se ha acostumbrado a que su alimento viene precedido de forma habitual por el mencionado sonido. Ante estos casos, se puede ir abordando paulatina y sistemáticamente el miedo, aproximándonos poco a poco a los estímulos que parecen provocar la respuesta inadaptada a la realidad presente y reforzando cada progreso para que se vuelva a repetir la conducta deseada. Esto suele funcionar, pero sin olvidar que aunque nos parezca que hay una ley automática de causa y efecto entre estímulo y comportamiento, siempre hay un componente cognitivo o de pensamiento que afecta a la forma en que interpretamos los supuestos peligros y sobre todo, nuestra competencia o capacidad para afrontarlos o no. A veces es difícil conseguir logros importantes solo por nuestros medios y es entonces cuando hay que pedir ayuda para despertar.





La reestructuración cognitiva y la desensibilización sistemática conductista se pueden quedar cojas si no vienen acompañadas de elecciones decisivas que supongan cambios rotundos en la situación particular de cada uno. Conocer la verdad es el paso previo de cualquier cambio importante; al igual que el arquero tensa hacia adentro la cuerda antes de disparar la flecha, es importante mirar hacia dentro antes de responder con nuestro comportamiento ante el exterior.. Pero hay situaciones en las que el ambiente y el peligro circundantes son tan opresivos que hace falta una clara decisión y un apoyo adicional. En ocasiones podemos pensar que vivimos en un mundo moderno en el que la mentalidad de los demás es más o menos semejante a la nuestra, pero a lo largo y ancho del mundo siguen ocurriendo barbarie, abuso, maltrato... en fin, que no siempre todo está en la cabeza de uno, y que muchas veces hay unas circunstancias que favorecen angustia, miedo, ansiedad y desgraciadamente, incluso la muerte de las personas que no ven el peligro a tiempo porque no se han dado cuenta o porque lamentablemente les fue imposible prever tal nivel de deshumanización e injusticia pisándoles los talones...

El viento en las dunas

El viento en las dunas arrastra
un silencio que mudo grita
la arena está sonrojada
por la sangre de las víctimas.

Bajo la tierra miles de flores
aplastadas y marchitas,
cortadas antes de tiempo
con guadaña de vil inquina.

El dinero lo compra todo
no importa quien muera o viva.
Da igual que se gane con droga
da igual la lealtad corrompida.
No importa que sean jóvenes,
algunas son casi niñas
que ya no cantan ni ríen;
solo hablan sus heridas,
las perlas de sus dientes rotos,
los cortes de sus cuerpos sin vida.

Quejarse es toda una hazaña;
un buen juez, una lotería.
Buscar ayuda vano intento
Si el enemigo es la policía.

Tras del llanto llega el miedo
la amenaza que acribilla
con balazos que , cuando no matan,
a la esperanza, la asesinan.

¡Basta de sin sentido!
¡Ya está bien de despedidas!
¡…de inocentes que se marchan,
de romper tantas familias!

La historia sentenciará
a esta generación impía
a unos, por criminales
a otros por cobardía.

El grito de muchas madres
se oye en la lejanía…
El viento secó sus lágrimas
pero no su sed de justicia.

  
Evaristo ÐGabriel


Esta poesía fue compuesta por mí para abordar y sensibilizar sobre el drama de las violaciones y muertes de miles y miles de jóvenes asesinadas vilmente en Ciudad Juárez, en la frontera entre Estados Unidos y México, una zona en la que los cárteles de la droga subyugan y doblegan impunemente el bienestar, la libertad y la vida de muchos ciudadanos mejicanos, amenazando y acabando con la vida de estudiantes, jóvenes trabajadoras y sobre todo mujeres. Las canciones, la poesía y el arte en general también pueden usarse para concienciar y para abrir los ojos, no solo de las posibles víctimas o personas más afectadas o implicadas en el asunto, sino de las autoridades, instituciones y demás población que pueda aportar su granito de arena para provocar reacciones y sobre todo soluciones. Las letras inspiradoras pueden ser un medio para canalizar y expresar el dolor, para llegar un poco más lejos y para proteger o aliviar algunas heridas. Hay muchos casos de injusticias que nos siguen escandalizando, quizá más cerca de lo que esperamos. Conviene tener a mano las aplicaciones o números de teléfono de los servicios de emergencia o de aquellos específicamente destinados a tratar determinadas situaciones, como la del maltrato. También existen servicios telefónicos gratuitos para escuchar, calmar, aconsejar y dar esperanza a personas que se sienten al límite de sus fuerzas o gente mayor que se encuentra sola. Incluso hay poetas que prestan su tiempo para llevar telefónicamente su poesía a aquellas personas que desean buscar la inspiración en un verso que les entretenga, les aliente o les motive. Y cada vez es más frecuente, aunque no lo suficiente aún, que los hospitales cuenten con unidades en las que la música es una terapia complementaria para ayudar a la motivación y curación de los pacientes, especialmente empleada con niños que se rehabilitan y aprenden a desarrollar  habilidades con la voz o los instrumentos musicales. 



Como ya decíamos antes, hay consecuencias derivadas de nuestras acciones que nos pueden reforzar e invitarnos a repetir determinadas respuestas, o no... Si en tu balanza evalúas la parte negativa como algo que sobrepasa a la positiva, lo más probable es que dejes de hacer las cosas de la misma forma, porque ya no te compense. Es como si tocaras la espina de una rosa o algo muy caliente, cuando esto ocurre, ¿no retiras la mano del foco de dolor o de calor? Sea cual sea la situación ante la cual te convenga reaccionar, piensa en lo que ganas y en lo que pierdes  y en si vale la pena o no continuar por tal o cual camino. Ya conocerás muy bien la letra de una famosa canción del grupo Amaral, Salir corriendo, que anima a escapar a las personas que puedan estar sufriendo violencia por parte de sus parejas, y que plantea preguntas cómo ¿cuántas veces te ha hecho sonreír... ? ¿cuántas lágrimas vas a guardar en tu vaso de cristal? y cuyo estribillo te sonará...


Si tienes miedo
 si estás sufriendo, 
tienes que gritar y salir, 
¡¡salir corriendo!!

Este es un ejemplo de las canciones que animan a cambiar de actitud y a liberarse de una opresión injusta. Como dice otra canción, esta vez de Manolo García, Nunca el tiempo es perdido, todo lo que vives sirve para aprender, aunque a veces nos lleve mucho tiempo darnos cuenta de lo que realmente importa. Nunca es tarde si la dicha es buena, así que si constatas que hay un tiempo para todo y que este es el tiempo, el día y la hora de abrir tu mente, como cantaría Merche, lánzate a dar el paso y no tengas miedo a salir a la luz, más tarde o más temprano, cada paso que des puede ser la oportunidad para desmontar conclusiones precipitadas que quizá nunca fueron o al menos hace mucho que dejaron de ser reales... Hablando de Amaral, y por hacer una propuesta diferente a otros temas que seguro ya has escuchado, te sugiero este otro, que parece invitar a reaccionar y a dejar atrás lo que ya no tiene ningún sentido en tu vida. Como ya dije en su día, ante el cambio de tiempo: tiempo de cambio.



Comprendo que hay momentos en los que animar o animarse no parece lo más espontáneo. De ahí la importancia de cuidar lo que nos decimos o decimos a otros en esos instantes de decepción, tristeza o desengaño. Si alguien te ha fallado, ten presente que, como ya sabes, el ser humano no es perfecto y se supone que las personas son hasta cierto punto libres de decidir y no todo depende de ti. Sin embargo, tú también eres libre para elegir lo que haces y piensas, para ponerle al mal tiempo buena cara pues no hay mal que por bien no venga.  Otros sabios refranes o proverbios que puedes emplear pueden ser por ejemplo después de la tormenta siempre llega la calma o no hay mal que cien años dure. Y es que si alguien que no te conviene te ha dejado en la estacada y se ha marchado puedes pensar que al enemigo que huye, puente de plata. Hablando de otro tipo de proverbios, te sonará bastante el precepto bíblico de amar al prójimo como a ti mismo, pero no en vez de a ti mismo o más que a ti mismo. En una canción que Shakira canta a dúo con Alejandro Sanz, emplea otro de estos proverbios, el que se refiere a no arrojar perlas a los cerdos. Por favor, no te lamentes amargamente por decepciones, frustraciones o por sentir que has sido usad@ o despreciad@...No pierdas tiempo ni lágrimas cuando te des cuenta de que algo o alguien no es lo que parecía; Seguro que ya hacía tiempo que estabas recibiendo señales de alarma. Si ya hiciste lo que buenamente pudiste pero por respeto no has querido seguir empeñándote en algo que ya no iba hacia ningún sitio, da gracias por haberte dado cuenta, por haber descubierto el engaño o fraude, da gracias por haber abierto los ojos 👀 y porque hoy puedes dejar de ser una víctima.



Cuando tengas los ojos bien abiertos para ver lo que no tiene importancia y lo que realmente sí, valora también la maravilla de lo sencillo, la vida a tu alrededor, la auténtica amistad, la libertad que tienes para hacer de tu tiempo tu mayor riqueza y en fin, la felicidad que vive oculta en lo más profundo de tu alma y que no depende de los vaivenes pasajeros del exterior. No necesitamos que todo el mundo nos aplauda, ni tener éxito perfecto en todo, ni somos mejores ni peores que nadie, ni se acaba el mundo por cualquier cosa, puesto que aquí seguimos al fin y al cabo, ya que la resistencia y la fuerza de nuestra mente y de nuestro corazón es mayor de lo que imaginamos. Además no estamos solos, hay muchas luces y señales indicadoras en cada acontecimiento de tu vida, que te enseñan lecciones de vida, siempre que estés dispuest@, a aprender:

 a ofrecer sin máscara tu cara descubierta para quien sea capaz de reconocer tras ella tu mente;
a ofrecer tu mente y tus ideas al servicio de quien las requiera y respete de corazón;
a ofrecer tu corazón para quien desee compartir contigo el tiempo necesario para convencerlo sin dominarlo
y a ofrecer tu precioso tiempo, solo para quien sepa valorarlo.


Y a ti querid@ amig@ que lees estas líneas te deseo que aprendas a vivir y a quererte para saber querer mejor a los demás y dejarte querer por aquellos que realmente sepan hacerlo, que tus pensamientos pongan claridad en tu mente para poder elegir el camino a seguir y que siempre veas la luz más allá de cualquier túnel, niebla o tormentilla con la que te puedas cruzar en el camino. ¡Actúa, siente, vive! Pero cuando tengas un rato de calma, de vez en cuando, piensa... y por encima de todo, ¡no  olvides seguir cantándole a la vida!

😙😙😙

Evaristo ÐGabriel




No hay comentarios:

Publicar un comentario