jueves, 7 de marzo de 2024

Lo normal...

 

Normal... -contesté cuando me preguntaron cómo estaba al poco de haber recibido una triste noticia, mientras sentía el calor en mi cara y la humedad en mis ojos.  Y es que todos, más tarde o más temprano, nos encontramos con el dolor.

 


Everybody hurts, R.E.M

A veces nos parece que determinados comportamientos no son apropiados o adecuados o simplemente se nos antojan difíciles de explicar, sobre todo si no los encuadramos en su contexto. Vemos la punta del iceberg, eso no requiere de un talento especial, pero ignoramos a menudo qué ha pasado para que una persona llegue a hundirse en una depresión o en transtornos psicológicos más complejos. 

Por supuesto que todos tenemos derecho a sentirnos de una determinada manera en cualquier momento. Lo que suele ocurrir es que la frecuencia de sucesos estresantes según la experiencia estudiada en el campo de la psicopatología es mucho mayor en aquellas personas que acaban desarrollando enfermedades mentales graves; es decir, que si una persona típica o comúnmente llamada "normal" sufre un trato degradante, una agresión, una separación, la muerte de un familiar cercano, la pérdida de un empleo, un accidente o viaje traumático, una enfermedad propia o de alguien importante para sí, etc... de cuando en cuando a lo largo de toda su vida, se calcula que las personas que llegan a desarrollar una patología mental grave han experimentado al menos 7 eventos traumáticos en un periodo de tiempo muy corto.  Aunque sea fácil decir que algo o alguien no está "normal" si supiéramos un poco más de su historia a lo mejor sí que nos parecería lógico que algunas personas, quizá más cada vez, se encuentren en un estado de deterioro psicológico considerable...

 


Quiero aprender, El Canto del Loco

Vivimos en una sociedad cada vez más individualista y aunque esto tiene sus ventajas también tiene muchos inconvenientes, sobre todo para los más vulnerables, diferentes o para los que simplemente no están acostumbrados a vivir de una determinada manera y encuentran dificultades para adaptarse a las rápidas transformaciones dentro una misma sociedad con sus cambios de modas, sus diferencias intergeneracionales entre jóvenes y mayores, diferentes modos de pensar y vivir dentro del mismo país o incluso de la misma ciudad y por supuesto los choques culturales  que padecen personas venidas de otras regiones del mundo con otras formas de vivir, de moverse, de sentir su espiritualidad o de explicar los fenómenos que ocurren en su vida cotidiana. La música también es a veces un reflejo del malestar emocional, de la inquietud, de la tristeza, de la rabia... pero también puede ser terapia y curación, o al menos un apoyo para expresar y desahogarse, para tranquilizarse o para animarse. De esto se hace eco muy frecuentemente este blog, que trata sobre temas diferentes pero casi siempre desde un enfoque musical, pues la música es el lenguaje del alma y es, entre otras muchísimas cosas, una herramienta para comunicar/se, para conocer/se y para despertar fuerzas insospechadas en nuestro interior y abrir sellos y resortes olvidados tal vez por lo que a veces malentendemos como madurar y que en ocasiones es un alejamiento y una desconexión de nuestra verdadera esencia, lo cual acaba repercutiendo en una falta de sensibilidad para saborear y disfrutar la vida, para saber sentirla en las buenas y en las malas. Este alejamiento de nuestra sensibilidad probablemente no es casual, quizá nuestra sociedad aparentemente transgresora pero curiosamente uniformadora, superficial, hiperproductiva y megarracional hasta el extremo no nos invita a la reflexión, ni a la apreciación de la riqueza de los diversos detalles, ni al conocimiento de nuestro interior y al disfrute de la música o de otras artes o disciplinas que no dejan de ser parte indispensable de nuestro "ser persona". Sí, claro que hay personas enfermas, tanto como las sociedades enfermas e insanas en las que tratan de vivir y relacionarse...

 


El Espejo, Sergio Contreras 

Afortunadamente, a pesar de la falta de profundidad, de cariño y de cuidado que a veces impregnan la atmósfera reinante, algunas canciones incluidas, todavía quedan personas que con su arte tocan el alma, sensibilizan, conciencian y van un poco más allá de lo que está en la superficie. Podemos encontrar la fuerza en letras y momentos que nos abran las puertas a cambios en nuestras sociedades, que quizá comiencen en un cambio en nuestros ambientes, ideas y actitudes. Algunas veces con lucha reivindicativa...

 


"This is me" tema de la película musical The greatest showman. 

Otras veces haciendo las paces, también con nosotr@s mism@s...

 


Siendo uno mismo, Manuel Carrasco. 

Y todo esto, ¿cómo se puede lograr? Pues ya lo dice el refrán que hay que sembrar para recoger... Invertir recursos, prevenir antes que curar... pero también es precisa la voluntad de invertir tiempo a nivel grupal e individual para invertir la situación. Todos necesitamos de nuestro rincón de la calma, de nuestro momento de conexión con nuestro interior, de nuestro saber identificar qué nos pasa, de disfrutar y valorar lo positivo pero también saber digerir y llorar, aunque sea de pie, lo negativo. Si la sociedad no reacciona desde arriba hasta abajo, o desde abajo hasta arriba..., si el tiempo o el dinero destinados a la investigación y a la medicina, al aumento de profesionales de la psicología en el ámbito de la sanidad pública, a los servicios sociales, a la cultura, a la educación, al arte, a la poesía, a la música... no nos parecen prioritarios ni importantes, entonces estamos queriendo que un coche de gasolina funcione con gasoil...

 

Human, Rag'n'bone 

 El ser humano tiene unas necesidades básicas de descanso, de espiritualidad, de introspección, de autoconocimiento, de autocuidado y de cuidado de las relaciones con el otro... que cuando no son resueltas adecuadamente sufre una disonancia y un malestar que acaba contaminando su ser y trascendiendo al resto de la sociedad. Si no sabemos parar, si no todo son prisas, rapidez e inmediatez, entonces quizá prefiramos vivir como máquinas en vez de como personas, pero lo que "es" es; nosotros somos personas y no volamos como los pájaros, ni respiramos bajo el agua... No podemos llevar una vida digna ni sana si no reparamos en como el hombre, quizá más en las sociedades llamadas a sí mismas modernas, se aleja cada vez más de lo que le hace humano. 

Termino ya por hoy este ratito de reflexión y descanso, de conectar con la fuerza interior que la música sabe pulsar y tocar también a través de nosotros... Existen muchos instrumentos, también nuestra voz puede serlo, pero lo que le da brillo y profundidad a todo arte está en el interior, en la emoción y el corazón que le ponemos, sino el sonido se quedaría frío, vacío... Si has llegado hasta aquí supongo que no consideras este momento como tiempo perdido, sino como algo normal en una vida humana normal. Ojalá cada vez más sepamos cuidarnos y cuidar, especialmente de aquellos que ahora parecen haber perdido los estribos de su vida, quizá por falta de los momentos, las palabras y las personas adecuadas para nutrir su mente y su alma de las actitudes más sanas. Te deseo la valentía del reconocimiento, la aceptación y de la búsqueda de ayuda siempre que lo necesites, pues  es tu derecho como miembro de algo más grande y más antiguo que tú y en eso consiste también vivir como persona en la sociedad a la que perteneces. 

El arte, la cultura, la música, nos recuerda que somos personas, que tenemos alma, corazón... y que podemos vivir y sentir intensamente.

 


Toc, Toc, de la Banda Sonora de la película Toc,toc, interpretada por Macaco

A pesar de las dificultades y cicatrices que todos tenemos, que tu locura sea sobre todo y en lo posible de amor y alegría y que nunca dejes de cantarle a la vida.

Evaristo ÐGabriel

 

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